domingo, 18 de enero de 2009

19 de enero

No me malinterpreten: me gustan las historias de amor. Si son de leerse, las leo; si son de contarse, las cuento. Es sólo que... Creo que no son buenas para la salud. Vivirlas, eso sí no sé, tendrían que preguntarle a otros. Imagino que, en tales caso, debe ser diferente. Aunque no sé si sea diferente bueno o diferente malo. O diferente indiferente. El caso es que yo, igual que Tinajero, igual que tanta gente en el mundo, pero sobre todo igual que yo, no tengo ninguna historia personal de amor. Ni para que la lean, ni para que la cuente, ni para que la viva.
Eso es todo.

3 comentarios:

  1. Más que leerlas o contarlas, vivirlas hace mucho bien a la salud. Te las recomiendo ampliamente...

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  2. A veces pienso que en nuestro afán de "vivir historias de amor" nos enfrentamos a "historias de terror" jajaja. Algún día, cuando el sol visite a la noche, las derrocharás.

    Saludines

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