Lo que ahorré en el alemán lo invertí en el alemán.
Me encanta la polisemia y la ambigüedad. Sólo en el lenguaje. Bueno, ocasionalmente también en la vida. No estoy segura.
jueves, 3 de diciembre de 2009
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Tinajero tiró la pluma por la borda y se sentó a leer. Allá, a lo lejos, seguía la tormenta.
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