29 de julio. El futuro es ahora

Olvidemos por un momento que la señorita de Cablevisión dice "mas sin en cambio" cuando quiere hacerme entender que es imposible lo que pido. No nos preguntemos si, caso de escribirlo, le pondría acento al "mas" para marcar bien su punto de vista, la imposibilidad de hacer algo. Dejemos de lado, digo, la característica estulticia de tantas personas que se ganan el pan de cada día (pan sin carne: pan solo) en los centros de atención telefónica. Pensemos en algo más grave.

—El sistema –me dicen– no acepta ese cambio.

Y no hay persona sobre la faz de la tierra más poderosa que el sistema. El sistema no entiende que ya pagué a Cablevisión por los servicios que me han suspendido durante más de una semana. El sistema no entiende que dejaré el país antes de que llegue la tarjeta con el nuevo vencimiento a un domicilio donde yo ya no estaré. Y la gente que trabaja para el sistema no puede hacer nada.

—Es el sistema, le digo.

Recuerdo haber leído novelas futuristas. He visto películas sobre anti-utopías donde la humanidad queda sometida a la calculada voluntad de un robot. Pensé que exageraban. Me equivoqué.

Will Smith, I need you now.